viernes, 14 de enero de 2011

80 Aniversario PCV


Publicado en Tribuna Popular Nº 184.- Estaba Venezuela gobernada por una de las más crueles tiranías que hayan padecido los venezolanos. El imperialismo seleccionó y dirigía, con respaldo de la oligarquía feudalista, al tirano Juan Vicente Gómez como presidente.

Llegaba el turno de implantar el modelo capitalista que imperaba hasta nuestro tiempo. Del año 1928 al 1933 se vivió el caos de la crisis del capitalismo. Se estremeció la economía.

En Venezuela sufrió una baja la producción del café y el cacao; aumentó el desempleo, el costo de la vida, los asesinatos, la represión y la persecución en general. Se imponía la producción petrolera.

En 1928 se alzaron los estudiantes, que fueron masacrados, heridos, y quienes caían presos eran sometidos a trabajos forzados. Aumentaron las huelgas de los trabajadores de las pequeñas industrias. El pueblo despertaba en medio de aquella terrible tiranía.

Por medio de libros, que entraban clandestinamente al país, los trabajadores y sectores populares se informaban del triunfo de una Revolución Socialista en Rusia donde gobernaban los obreros, los campesinos y los soldados. Uno de los autores de aquellos libros era un líder conocido como «Lenin», quien poseía amplios conocimientos del Manifiesto del Partido Comunista, primer programa que puso en práctica la Liga de los Comunistas, como primera organización del proletariado mundial. Igualmente analizó otras obras como El Capital, La sagrada familia, la Origen de familia, la propiedad privada y el Estado, y muchos otros textos pertenecientes a la doctrina del comunismo científico, desarrollado por Carlos Marx y Federico Engels.

Se distribuían clandestinamente en Venezuela los libros marxistas y de la naciente experiencia soviética, con el planteamiento de la transformación revolucionaria de la sociedad hacia el Socialismo, como primera etapa del sistema comunista.

Camaradas que regresaban del exilio, salían de las cárceles o se encontraban en plena actividad con las masas, estudiaron estas obras y fueron captando trabajadores, campesinos y estudiantes, constituyéndose en nuestro país los primeros círculos marxistas.

Recordamos que en las valijas del camarada Pío Tamayo –tempranamente exiliado por el régimen impuesto y dirigido por el imperialismo en sus propósitos de adueñarse de la Venezuela petrolera–llegaron algunos de estos textos, además de la experiencia que adquirió con otros luchadores latinoamericanos, y que cuando la represión de la tiranía de Juan Vicente Gómez lo metió preso, él formó dentro de la cárcel la primera Escuela clandestina de educación y formación ideológica socialista, donde nacerían el gérmenes de lo que después iba a ser el Partido Comunista de Venezuela.

Era la época de la III Internacional, la Internacional Comunista, que se trazó la tarea de ayudar en la constitución de Partidos Comunistas en todos los países, entendiéndolo como requisito fundamental para organizar a las masas proletarias de cada país en la lucha por la toma del poder y, a nivel internacional, luchar contra el imperialismo.

De esta manera, el Buró Caribe de la III Internacional envió a los hermanos Fortoul para canalizar los esfuerzos que ya se estaban adelantando en Venezuela, brindándoles las herramientas organizativas que no tenían los primeros comunistas.



Nace el Partido Comunista

Es el 5 de marzo de 1931 cuando se constituye la primera Célula del –hasta hoy– único Partido de Nuevo Tipo, trazado por Lenin.

El IV Congreso de nuestro Partido, en la plenaria del 10 de agosto de 1980, tomó la decisión de designar la organización de la primera Célula como la fecha de nacimiento del PCV. Esto fue con base en la propuesta hecha por la Comisión previamente designada por el Comité Central, integrada por Eduardo Gallegos Mancera, Fernando Key Sánchez, Jesús Correa, Rafael José Cortez, Olga Luzardo, Rodolfo Quintero y Jesús Sanoja Hernández.

Así esculpido quedó en la historia venezolana el 5 de marzo como fecha de fundación del Partido del Gallo Rojo, el martillo y la hoz entrelazados, estrella roja, y la bandera roja.

El 80º Aniversario de tan importante fecha para las y los comunistas venezolanos y el movimiento revolucionario y antiimperialista, se conmemorará el próximo 5 de marzo del 2011.

El 5 de marzo de 1931 arranca la histórica tarea de construir el Partido de la clase obrera y de las explotadas masas trabajadoras de Venezuela; Partido de héroes, heroínas y mártires, que en 80 años ha pasado 30 años de clandestinidad, perseguido y acosado.

Una Célula fundó el Partido, cumpliendo con la función constructora de la Célula biológica cuando organiza las formas de vida animal. Esta principalísima organización de base fue fundando otras Células, en muy difíciles condiciones, tomando en cuenta que la actividad comunista estaba constitucionalmente prohibida y penada en el Inciso VI del Artículo 32 del Constitución gomecista.

Como Partido de Nuevo Tipo que nacía a la vida política en plena clandestinidad, se lanzó a las masas para florecer con nuevas Células; sin funcionarios pagos y con sus propios recursos la batalla estaba cazada.

En ese mismo primer año, el 1° de mayo de 1931, se repartió el primer Manifiesto del Partido Comunista, primer documento político oficial de la novel organización, que llegó impreso desde Colombia.

Se crearon Escuelas para la formación. La lucha era fuerte, los camaradas atacaban con volantes y periodiquitos, mientras que el gobierno atacaba haciendo redadas y persecuciones. Quien caía preso era reemplazado por nuevos militantes. La lucha era sin cuartel contra aquella sangrienta tiranía.

En el año 1934 llegan buenas noticias a las Células de Caracas, se había fundado la primera Célula en el Zulia, seguida de otras que se organizaron entre el 34 y el 35.

En 1935 el Partido, que se está desarrollando en varias regiones más, recibe la información que conjuntamente con otros Partidos hermanos, el Partido Comunista de Venezuela había sido aceptado como miembro de la Internacional Comunista.

En 6 años de trabajo firme y consecuente, venciendo todo tipo de obstáculos, las Células le dieron la fortaleza al Partido con cuadros de una firmeza increíble, con mucha influencia dentro de la clase obrera, sobre todo habían llevado la influencia concreta a la clase obrera petrolera.

En 1934, ya había Células en 7 regiones del país, y se presenta el primer enfrentamiento clasista contra la tiranía.

Ya antes de esta gran jornada clasista, se realizaron 2 huelgas contra la política de la tiranía, fue la huelga de mayo contra el proyecto de Ley de Defensa Social; y la huelga general de junio contra la Ley para garantizar el orden público y el “ejercicio de los derechos individuales”. El país se paralizó parcialmente, y se realizaron manifestaciones populares de gran combatividad en los estados Zulia y Lara. El gobierno respondía con una gran represión que no originó ningún desánimo en la preparación de la Huelga Petrolera de 1936.



Huelga Petrolera de 1936

Este acontecimiento histórico de singular importancia fue organizado y dirigido por la Unión Sindical Petrolera de Venezuela, fundada ese mismo año por todos los sindicatos de la Industria, en las cuales los comunistas ya teníamos importante influencia, afilados a diferentes Células.

Había mucho terrorismo de parte del Imperialismo petrolero. La prensa imperialista decía: “¡No sabrán conducir la Huelga! No aguantarán el combate”. Amenazaban con volar a los que se pararan. Pero ningún trabajador quería perderse aquella batalla. Se realizaban asambleas numerosas para recibir los informes del proceso de discusiones del pliego de peticiones.

El día 11 de diciembre estalla la Huelga hasta el sábado 23 de enero del año 1937, cuando se dio a conocer el decreto del presidente Eleazar López Contreras, donde suspendía la Huelga. Fueron 45 días de duro batallar.

Dice el camarada Jesús Faría –consecuente militante comunista de toda la vida–, en su libro “Mi línea no cambia, es hasta la muerte”: “Cuando nos reunimos para discutir el decreto, el domingo 24 de enero, el Ejército había rodeado en formación de combate el local de reuniones. Sin embargo los obreros discutieron en tono agresivo. Durante los primeros discursos nadie se atrevía a tocar el fondo del problema: ¿Aceptar el decreto o rechazarlo? A medida que pasaban las horas, las tropas se acercaban a la Asamblea, bayoneta calada. Éramos objeto de una presión descarada. Finalmente, el comité de huelga propuso volver al trabajo bajo los términos del decreto presidencial: 1 bolívar de aumento, y otro bolívar por concepto de vivienda.”

Este fue un conflicto dirigido por los comunistas que eran la fuerza determinante. Y estuvieron presentes dirigentes como Juan Bautista Fuenmayor, Isidro Valles, Espartaco González, José Martínez Pozo, Manuel Taborda, Max García, Jesús Faría, Pantaleón García, Manuel Rodríguez, Javier Torres Nava, Rodolfo Quintero, Nazarín, y otros que se me escapan de la memoria. Todos ellos lucharon al lado de los nuevos dirigentes anónimos que dirigían los sindicatos.

Grandes enseñanzas dejó este gran movimiento huelguístico, entre ellas:

1. Lo justo del conflicto por parte de los trabajadores que recibieron el respaldo de la gran mayoría de la población.

2. La participación masiva de los trabajadores petroleros.

3. Un camarada de Estados Unidos enseñó cómo defenderse de los rompehuelgas.

4. El Partido Comunista crecía como una organización verdaderamente de los trabajadores.

Para aquella jornada proletaria en contra de la explotación imperialista, se desencadenó una feroz represión. Torturas, expulsiones, presos y perseguidos se incrementaron.

Todo aquel trabajo organizativo desde la primera Célula culminó en la primera Conferencia Nacional.



Primera Conferencia Nacional

Se realizó el 8 de agosto de 1937, en la casa del camarada Víctor Paiva en Maracay, estado Aragua, con delegados de 7 regiones, con 17 delegados.

Las regiones que estuvieron fueron: Zulia, Táchira, Lara, Carabobo, Distrito Federal, Sucre y Aragua. También se contó con la presencia de destacados intelectuales como Miguel Otero Silva.

La primera Conferencia Nacional toma un conjunto de importantes resoluciones, entre las que se destacan:

1. Profundizar la lucha contra el fascismo y el imperialismo, así como fortalecer urgentemente al Partido que pasaba a tener un carácter nacional; nacía nacionalmente la vanguardia de la clase obrera.

2. Se constituía un Comité Central para unificar y dirigir a la militancia que actuaban clandestinamente como comunistas, más los otros comunistas que militaban en Partidos policlasistas, incluso con orientaciones antimarxistas.

3. Años de experiencia constituyendo Células, es decir construyendo el Partido de la clase obrera, era más que justo que la primera Conferencia Nacional de los comunistas venezolanos tomaron la resolución de “Dar la Cara”, para poder gritar desde la clandestinidad: “¡Ya los trabajadores tenemos nuestro Partido clasista!”

4. Muchas dificultades se habían vencido para poder llegar al momento de tener una importante influencia en el seno de la clase, principalmente a los trabajadores petroleros. Un ejemplo de ello fue la huelga petrolera de 1936. Hecho que destacó a cuadros importantes para pasar toda su vida siendo comunistas como Jesús Faría, Manuel Taborda, Luis Emiro Arrieta, José Martínez Pozo, Max García y continúa una lista larga que demostró la consecuencia revolucionaria de los comunistas.

Como Partido Comunista clandestino, se llegó al gobierno de Isaías Medina Angarita, en 1952, a quien ya el movimiento popular orientado por el Partido Comunista, quiso hacer un giro hacia el campo democrático; pero su cohorte de oligarcas proyanqui se lo impedían, y para colmo, el partido Acción Democrática (AD) lo presionaba con sus amenazas golpistas; situación que llevó al presidente a clausurar sindicatos y una federación nacional, de obreros petroleros. Rómulo Betancourt orientaba a Mediana Angarita en su política de engaño al pueblo, mientras conspiraba para darle un Golpe de Estado.

Poco antes del Golpe adeco-militar, es derogado el inciso VI, y el Partido Comunista es legalizado por primera vez.



Golpe de Octubre

El betancurismo no anunciaba nada edificante para el país. Sobraban razones para alertar al gobierno de Medina, él oía los malos consejos de Betancourt, descartando los buenos del Partido Comunista, que había trazado la línea “ni rendirse ni venderse”.

Betancourt, en alianza con el imperialismo, los militares reaccionarios y las bandas armadas de AD, da el Golpe de Estado del 18 de octubre de 1945.

Derrotado el gobierno de Medina vino la represión contra el movimiento obrero clasista que se había organizado en el proceso de la primera huelga petrolera, hazaña en la que los trabajadores petroleros llegaron a tener el apoyo y la solidaridad de todo el pueblo.

El gobierno de Medina no llegó a permitirle al pueblo el sufragio universal. Las conquistas logradas en las duras luchas de los comunistas, querían los adecos que fueran anuladas. La división del movimiento sindical se profundizó; los adecos crearon los sindicatos oficialistas.

Los sindicatos dirigidos por los comunistas continuaban con su programa de lucha. Quienes los querían eliminar no contaron con el suficiente respaldo y tuvieron que aprobarlas.

En las elecciones que se realizaron para designar la Asamblea Constituyente, el Partido Comunista obtuvo dos curules, con Gustavo Machado y Juan Bautista Fuenmayor. Jesús Faría, era suplente, pero actuaba como si fuera principal defendiendo la política clasista del Partido Comunista.

El primer contrato colectivo firmado en 1947 fue el resultado de las grandes luchas de los sindicalistas clasistas dirigidos por los comunistas. Los patronos, o las empresas petroleras gringas, inglesas y holandesas, que igual que en la Huelga de 1936, no querían tratar con los trabajadores porque los despreciaban, y sólo los querían para explotarlos, construyendo la gran industria petrolera que es hoy.



Se consolida el Partido

Cada acto organizativo del Partido ha tenido una trascendencia nacional e internacional. El primero fue la fundación de la primera Célula, segundo, la primera Conferencia Nacional.

Ahora le correspondía al Primer Congreso del Partido Comunista de Venezuela, que se llamó históricamente “Congreso de la Unidad”.

En este primer Congreso, realizado en 1946, se unificaron las tres tendencias que en la práctica venían actuando nacionalmente.

En el Congreso se resolvió unificar los esfuerzos que venían siendo paralelos en varios periódicos, como “El Martillo”, “Unidad” y “Aquí Está”, se creó “El Popular” como vocero unitario.

Para el Comité Central fueron electos muchos obreros, cuadros formados en el difícil trabajo clandestino, organizando el movimiento sindical.

Este Congreso eliminó el cargo de Secretario General, a la vez se creó un Secretariado de 3 camaradas: Gustavo Machado, Juan Bautista Fuenmayor y Luis Emiro Arrieta, más tarde fue incorporado Jesús Faría.

El trabajo siguió su marcha, y la doctrina marxista-leninista se prendía como una llama en el seno de la juventud, fundamentalmente estudiantil. Fue creada la Juventud Comunista de Venezuela (JCV) el 16 de septiembre de 1947, en su primer Congreso, siendo designado Guillermo García Ponce como su primer Secretario General.

Un histórico destacamento juvenil se creaba para difundir la ideología marxista-leninista, y organizar la juventud venezolana para la revolución socialista y el comunismo, además de ser el gran auxiliar de cuadros del Partido. Hasta nuestro tiempo, La juventud, igual que el movimiento sindical clasista, han librado grandes batallas por la liberación nacional y el socialismo.

Todo comunista, organizado en su Partido, debe tener instrumentos para agitar y llevar la línea política del Partido a las masas, formándolas ideológicamente y organizándolas para la lucha por el triunfo de la clase obrera.

El 17 de febrero de 1948 se crea Tribuna Popular como órgano del Comité Central. El primer Director de Tribuna Popular fue el camarada Gustavo Machado. La querida TP ha vivido una trayectoria de clandestinidad, semilegalidad y legalidad, de acuerdo a los momentos políticos que ha vivido el país. Se ha publicado en distintos tamaños, en multígrafos, sacapruebas, en maquinarias prestadas, en sótanos y talleres modernos también, de grandes y reducidos tirajes. Tribuna Popular debe ser un orgullo para todo militante, distribuirlo, discutirlo en los centros de trabajo y las concentraciones obreras.



*Miembro del Comité Regional del PCV en Zulia, con casi 60 años de militancia ininterrumpida.



Continúa en el próximo Número de TP

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