Se instalo la Asamblea Nacional para el periodo 2011-2015, con una clara mayoría de diputadas y diputados bolivarianos; noventa y sietes (97) socialistas y un comunista (1), ya sabemos quienes tienen mucho mayor peso y responsabilidad en las decisiones parlamentarias del proceso bolivariano.
Sin embargo, ahora, hay sesenta y siete (67) diputadas y diputados de la derecha venezolana en el parlamento nacional; entre la Mesa de la Unidad y el PPT, por el cambio en la estrategia de la reacción; que después del fracaso del golpe de Estado, del paro patronal petrolero y la desestabilización, definió a la lucha electoral como mecanismo para recuperar el control directo del Estado, algo motivado por el evidente deterioro del respaldo popular del proceso y gobierno bolivariano.
Ante la constitución de una importante fracción parlamentaria de la derecha en la Asamblea Nacional, algunos parlamentarios bolivarianos; encabezados por el admirado y respetado camarada Fernando Soto Rojas, han sostenido que el poder legislativo nacional debe constituirse en un foro y espacio de discusión programática y política; entre los bolivarianos que defendemos el socialismo y la derecha que defiende el capitalismo.
Eso es un deseo, una aspiración utópica e idealista, que no tiene respaldo en la realidad concreta; porque la derecha nunca va a presentar en el parlamento nacional su proyecto de sociedad y país de carácter neoliberal que implica: la privatización de los recursos y empresas de los venezolanos de propiedad estatal, la mercantilización de los derechos sociales, la constitución de la política como una profesión de los políticos al servicio de las minorías y, en fin, la pobreza de muchos y la riqueza de muy pocos privilegiados.
Seamos sinceros camaradas. Ustedes se imaginan al diputado y empresario Eduardo Gómez Sígala defendiendo en la Asamblea Nacional, siguiendo sus intereses de clase y por ende ideología burguesa, la reducción de los salarios e ingresos de los trabajadores para supuestamente lograr que la empresa privada incremente su inversión; yo no vislumbro ese escenario, por el contrario, estoy convencido que la derecha va al parlamento a hacer demagogia, es decir, prometernos a la clase trabajadora y al pueblo la solución de todos nuestros problemas y males, intentando engañarnos con promesas incumplibles.
La derecha, por ejemplo, comenzando con su actuación parlamentaria; nos prometió resolver el problema de la inseguridad con una Ley de Desarme, pero no le dice a los venezolanos que los estados con mayor índice de criminalidad del país, son gobernados por ellos: Carabobo (Salas Feo), Zulia (Pablo Pérez) y Miranda (Capriles Radonsky). Los demagogos nos prometen resolver el problema de la vivienda, con una Ley de Vivienda; sin embargo, defienden a los empresarios que cobran el IPC y especulan con la necesidades habitacionales del pueblo, al mismo tiempo nos debemos preguntar cuantas viviendas han construido las siete gobernaciones de la derecha; porque es evidente que tienen igual que el gobierno bolivariano parte de responsabilidad en el déficit habitacional que padece Venezuela. Además, nos prometen incrementos de salarios y más bonos de alimentación; pero no dicen de donde se va a sacar recursos para cancelar esa necesaria dignificación salarial y tampoco vemos a FEDECAMARAS, organización empresarial integrante de la alianza opositora, realizando aumento de salarios. Yo creo que debemos tomarle la palabra y manifestarle que se van a incrementar los salarios y se cancelaran mediante impuestos al patrimonio y a las ganancias de los grandes burgueses; manteniendo raya a la especulación que desarrollan los empresarios que ellos defienden.
Los demagogos van a seguir prometiendo para volver a Miraflores, pero recordemos que cuando gobernaron al país; su modelo neoliberal genero inmenso problemas sociales y económicos. Nosotros no sigamos soñando con un debate programático y político con la derecha, seamos consciente que nuestro papel es desmontar su demagogia y evidenciar en la práctica gubernamental y del proceso bolivariano; que la única forma de resolver los problemas materiales de la mayoría del país: Es construyendo el socialismo.
Omar Vázquez
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