jueves, 6 de enero de 2011

¿Leninismo o Anti-Leninismo?


Escrito por “Obrero” (Tomado de Kaos en la Red)



1) Acerca del Partido (vanguardia/ “masas”) El Planteamiento leninista acerca de esta importante cuestión, la podemos contrastar en toda la abundante y nutrida obra de Lenin, concretamente en el “¿Qué hacer?”, en “Un paso adelante, y dos atrás” o en “¿Por dónde empezar?”, por poner sólo tres pequeños ejemplos.

La concepción leninista del Partido se fundamenta en la necesidad histórica, por parte de la clase obrera, de crear y estructurar una organización de VANGUARDIA, un “Estado Mayor de la clase obrera” que sea capaz de conducir a ésta a la toma del poder político y económico. Una organización de cuadros, de revolucionarios profesionales. Edificar el órgano vital de la clase obrera, a fin de organizar y concienciar a la clase obrera, destinado prioritariamente a la TOMA DEL PODER.

A esta concepción, respaldada por la historia, se opusieron y oponen; economicistas, mencheviques, liquidadores, bloque de Agosto, oztovistas…Ya fuera porque despreciaran/desprecian la “lucha política” (economicistas/ sindicalismo amarillo), ya fuera porque querían transformar al Partido en un órgano interclasista y reformista (mencheviques/socialdemocracia), ya fuera porque directamente querían liquidar al Partido (liquidacionistas/anarquismo). Debemos recordar que Trotsky, antes de 1917, fue econimicista, menchevique y liquidador. No es casual, pues, que todas ellas SE OPUSIERAN ferozmente a la concepción del Partido DE VANGUARDIA leninista.

Y es que la concepción trotskista, heredada del menchevismo, se basa en la tesis del “Partido de masas”, “movimientista”, “amplio”, “espontaneísta”, en el que “cualquier huelguista” (Trotsky dixit) pueda ser miembro del mismo. El antagonismo es absoluto.

Pero…

¿PARTIDO DE VANGUARDIA leninista o PARTIDO DE MASAS antileninista?

Lenin decía al respecto;

“Pero no se puede ejercer la dictadura del proletariado a través de una organización que abarque la totalidad de esta clase, porque en todos los países capitalistas y no sólo en el nuestro, uno de los más atrasados, el proletariado está aún dividido, tan degradado y tan corrompido en algunas partes -por el imperialismo, en algunos países-, que una organización que englobe a la totalidad del proletariado no puede ejercer directamente la Dictadura del Proletariado. Sólo puede ejercerla la vanguardia que concentra la energía revolucionaria de la clase. El conjunto es algo así como un sistema de engranajes. Tal es el mecanismo básico de la Dictadura del Proletariado y la esencia de la transición del capítalismo al comunismo".

Y añadía;

“Aquél que reconoce la lucha de clases, pero sigue sin aceptar la Dictadura del proletariado, no puede llamarse marxista”.

Por tanto, lo que tenemos no son dos meras “opiniones divergentes”, sino dos antagonismos claros y evidentes; por un lado la concepción bolchevique de un partido que, abarcando la vanguardia de clase, tenga mil vínculos con las masas. Por el otro lado la concepción menchevique de una organización dónde "todo huelguista" pueda ser miembro del Partido.

Si el partido bolchevique hubiera seguido la concepción trotskista del Partido, es seguro que no hubiera habido revolución socialista en Rusia, pues el Partido hubiera sido destruido mucho antes de 1917.

2) Acerca de la construcción del socialismo (en un solo país/ Revolución Permanente) Si volvemos al legado escrito que nos dejó Lenin, concretamente en "El programa militar de la revolución proletaria", de nuevo el líder bolchevique no deja lugar a dudas acerca de sus planteamientos;

“(…) En tercer lugar, el socialismo triunfante en un país no excluye, de modo alguno, de golpe todas las guerras en general. Al contrario, las presupone. El desarrollo del capitalismo sigue un curso extraordinariamente desigual en los diversos países. No puede ser de otro modo bajo el régimen de producción de mercancías. De aquí la conclusión indiscutible de que el socialismo no puede triunfar simultáneamente en todos los países. Triunfará primero en uno o varios países, mientras los demás seguirán siendo, durante algún tiempo, países burgueses o preburgueses. Esto no sólo habrá de provocar razonamientos, sino incluso el intento directo de la burguesía de los demás países a aplastar el proletariado triunfante del Estado Socialista"

Desarrollo desigual en los ritmos de crecimiento económico, en la expansión política, en la lucha por los espacios y los mercados…Esta es la famosa “Ley de desarrollo desigual”, enunciada por Lenin y verificada empíricamente por la historia, que caracteriza al capitalismo monopolista, al imperialismo. Para los comunistas, para Lenin, esta era y es una ley principal, esencial para entender el actual momento del sistema capitalista.

En función de ella se explica el desarrollo a saltos, tanto de los procesos imperialistas como revolucionarios, que la historia se ha empeñado en demostrar. Desde el Imperio Británico como punta de lanza del imperialismo, pasando por Alemania, hasta llegar a EEUU. Es obvio que ha existido una alteración permanente en el "ranking" de los países imperialistas, y eso es lo que ha conducido a las guerras y también a las revoluciones.

Esta es, en esencia, la concepción leninista acerca de la “construcción del socialismo en un solo país”, que como venimos repitiendo, ha ratificado el propio acontecer histórico.

La tesis trotskista, en cambio, intenta eliminar la concepción y el análisis leninista, bebiendo directamente de las fuentes de Rosa Luxemburgo (curiosamente, esta colosal revolucionaria comunista acabó suscribiendo, punto por punto, el análisis de Lenin), Hilferding y Kautsky, que preferían hablar de "ultra imperialismo".

El leninismo afirma rotundamente que en el imperialismo existe una doble tendencia contradictoria, dialéctica: por un lado a la competencia y a la lucha, por otro lado a la monopolización. Y esta monopolización genera ciertos niveles en que los países imperialistas se van emparejando entre sí. Pero justamente esta monopolización y esta tendencia a la nivelación entre los países imperialistas (una tendencia cierta), lejos de suponer la desaparición de las contiendas, agudizaba el fenómeno de la lucha interimperialista, que a menudo acababa en Guerra Mundial. (“ley de desarrollo desigual de los países”).

El trotskismo, en cambio, basándose en los panfletos del “renegado” Kautsky, plantea que “la ley del desarrollo desigual de los países” era más vieja que el imperialismo y que el capitalismo en los distintos países se desarrollaba de manera desigual en extremo. Afirmaba que en el siglo XIX esta desigualdad era más considerable que en el siglo XX. Y que debido precisamente al capital financiero, que era una forma más vieja del capitalismo, el imperialismo desarrollaba más las tendencias "niveladoras" que en el capitalismo pre-monopolista.

De ahí fundamentaba Trotsky su exótica teoría de la "Revolución Permanente". Ella debía abarcar al conjunto de países industrializados o, al menos, en forma simultánea (de ahí la consigna de los "Estados Unidos Socialistas de Europa"), a la Europa avanzada, occidental y capitalista.

Trotsky decía textualmente que;

"el triunfo de la revolución socialista es inconcebible dentro de las fronteras nacionales".

Y al fundamentar una visión que en definitiva era derrotista – aislamiento de la URSS, en los años 19 y 20, luego del reflujo y de la derrota de la Revolución en Hungría y en Alemania-, insistía en esta visión, no había alternativa; o revolución en el conjunto de Europa o destrucción de la Revolución en un país aislado.

Afirmaba que "la división mundial del trabajo, la subordinación de la industria soviética a la técnica extranjera, la dependencia de las fuerzas productivas de los países avanzados de Europa respecto de las materias primas asiáticas, hacen imposible la edificación de una sociedad socialista independiente en ningún país del mundo".

Lenin apostaba firmemente por la Revolución Socialista Proletaria Mundial, con un criterio netamente internacionalista, pero basándose en realidades materiales, no en utopías esquizofrénicas. Lenin, los bolcheviques, pronto entendieron que este avance de la revolución tenía que ser a saltos, rompiendo las cadenas por los ESLABONES MÁS DÉBILES, primero en algunos puntos antes que en otros. Y mantuvo firmemente una posición no derrotista, de ofensiva, aún en los años en que la URSS quedó completamente aislada.

Frente a estas concepciones, el trotskismo elucubró las suyas, mamadas del ultraimperialismo kautskyano, sobre los Estados Unidos Socialistas de Europa. Y claro, cuando estas alocadas ideas no se hicieron realidad (como casi siempre les pasa a los seguidores de Trosky), ellos mismos, con el maestro a la cabeza, se tornaron profundamente derrotistas, giraron sin sutilezas a la derecha, apostaron por posiciones liquidacionistas, y aseguraron y perjuraron que las posibilidades y perspectivas de que el nuevo régimen soviético se pudiera consolidar eran nulas. Y la historia volvió a dar la razón a Lenin, y la historia volvió a refutar con contundencia a Trotsky.

La paz de Brest-Litovsk es un ejemplo claro de este asunto, dónde vuelven a chocar frontalmente los principios leninistas (de Lenin) y los antileninistas (o trotskistas) en este asunto. Incluso Trotsky llegó a llamar “traidor” a Lenin (y Stalin) por firmar un armisticio con la belicosa Prusia, mientras el Petrogrado obrero resistía a duras penas…el infantilismo es incurable para algunos.

El problema surge cuando el “bienintencionado” infantilismo da lugar a la “malintencionada” PÉRDIDA DE TERRITORIO SOVIÉTICO Y A LA MUERTE DE SOLDADOS Y CIUDADANOS SOVIÉTICOS. Quizá ahí, el infantilismo deja de ser tal para convertirse en CONTRAREVOLUCIÓN abierta.

3) Acerca del campesinado (Alianza Obrero-campesina/ Estado Obrero) La consigna que sintetizó esta tesis leninista fue la de; "gobierno democrático-revolucionario de los obreros y campesinos", consigna extraída del certero análisis leninista acerca del imperialismo y los “eslabones débiles”, Más si cabe en un país como la Rusia de 1917, dónde 160 millones de ciudadanos soviéticos eran campesinos y sólo 2 millones obreros.

Pero de nuevo Trotsky prefería otras consignas antagónicas a las de Lenin, guiándose por sus limitadas asimilaciones del “ultraimperialismo” kautskyano. Así rezaba Trotsky; “Sin zar, por un gobierno obrero”.

Y es que el trotskismo considera “errónea y reaccionaria” la consigna leninista, contrastada una vez más por la historia, de la necesidad de una Alianza obrero-campesina. De hecho, el propio Trotsky llega a afirmar lo siguiente; "La tendencia de la Internacional Comunista de imponer actualmente a los pueblos orientales la consigna de la dictadura democrática (obrero-campesina), superada hace años por la historia, no puede tener más que un carácter reaccionario".

Su concepción antileninista, no distinguía ETAPAS dentro de la Revolución, lo que le llevaba a afirmar que “el campesinado es una clase reaccionaria”. Su oposición frontal a dicha Alianza, propuesta por Lenin y los bolcheviques, llevará al trotskismo a afirmar que todo aquél que abogue por su formación (importando poco el contexto económico, político o demográfico del país en cuestión-antimarxismo), “renuncia al socialismo”. Hay que destacar en este punto, que los “renunciadores al socialismo”, según el trotskismo, serían Lenin, Fidel, el Che, Mao, Ho Chi Minh, Daniel Ortega, etc,etc,etc… en definitiva, todos los procesos revolucionarios que incluyeron programáticamente la “Alianza obrero-campesina” propuesta por Lenin.

El mismo Lenin, vuelve a responder de forma contundente;

“Trotsky mantiene su ´original´ teoría de 1905, negándose a reflexionar sobre las causas por las cuales durante 10 años la vida ha pasado de largo ante esta magnífica teoría. La ´original´ teoría de Trotsky copia de los bolcheviques el llamamiento al proletariado a una lucha revolucionaria resuelta y a la conquista del poder político, y de los mencheviques, la negación del papel del campesinado" (…)"Se trata de que (el poder soviético) no es un Estado completamente obrero. Aquí es donde el camarada Trotsky comete uno de sus errores fundamentales. En primer lugar el nuestro no es, en realidad un estado obrero sino un estado obrero y campesino".

Insistimos, en un país como la Rusia de los años 20, donde existía una abrumadora mayoría de campesinos, la tesis trotskista era un simple suicidio para la revolución obrera y bolchevique. Afortunadamente las tesis leninistas se impusieron con amplias mayorías, lo que permitió la supervivencia de la Revolución.

Por todo ello, el jefe de la revolución soviética hizo concesiones a los campesinos y al partido de los campesinos (Socialistas Revolucionarios). Y no sólo lo hizo en el contexto prerrevolucionario, sino que cuando la Revolución Obrera tomó el poder, una de las primeras acciones que realizó fue la aprobación del Decreto sobre la Tierra (tal y como ocurrió en Cuba, China…). Ese fue el primer Decreto del nuevo poder soviético. Posteriormente vendría el Decreto de la Paz, que firmaron Lenin y el Consejo de Comisarios del nuevo Gobierno del Pueblo. Todo ello obedece a la consigna bolchevique; “Pan, paz y tierra”, netamente influenciada por la Alianza obrero-campesina, que atrajo a millones de campesinos pobres (mujik) al lado de la Revolución. (unos porque veían que el nuevo Gobierno realmente les otorgaba tierras, otros porque por fin volvían de la masacre de la I GM).

La alianza obrero-campesina que Lenin aplicó con acierto, sostuvo e hizo avanzar a la propia Revolución. Tuvo una línea para los campesinos, sobre todo después de tomar el poder, gracias a lo cual se pudo mantener el poder soviético en momentos en que se desarrollaban extremas dificultades ocasionadas por la intervención extranjera, la Guerra Civil, el bloqueo y la injerencia militar contra el naciente poder soviético.

Una vez más, ésta no es una mera cuestión “teórica”, sino de principios, práctica y trascendente. La historia se encargó, nuevamente, de cargar razones a los leninistas y refutar al trotskismo. He aquí la coherencia programática de Lenin y los bolcheviques respecto a este punto (y el resto). Ya fuera en el “¿Qué hacer?”, ya fuera en las “Tesis de Abril”, Lenin y los bolcheviques dejan clara la postura de los comunistas; La necesidad vital de una Revolución Democrática y de un Gobierno Obrero y Campesino.

La dualidad de poderes creada en Rusia, en Febrero de 1917, dónde por un lado estaba el Gobierno provisional de Kerensky (burguesía) y por el otro los soviets (de obreros, campesinos y soldados), que culminó con la consigna bolchevique “todo el poder para los soviets” y “alianza obrero-campesina”, demostró la validez irrefutable de los planteos de Lenin.

Mientras, el totskismo prefirió jugar al aislamiento, al sectarismo, al debilitamiento de la clase obrera, en lo que se convirtió en la típica y tópica postura pequeñoburguesa “izquierdista”. Y es que en el fondo de lo que se trata es de una confrontación frontal entre la Revolución por ETAPAS leninista y la Revolución “DEL TODO O NADA” trotskista. No se conoce caso alguno de revoluciones que no hayan atravesado en su lucha esa etapa preparatoria de la revolución socialista en base a aquella Alianza obrero-campesina que tanto repugnaba a Trotsky. Absolutamente todas las revoluciones que hubo hasta ahora, incluso en algunos casos como el de Rusia, que no era un país típico del Tercermundo, colonial o semi-colonial, SIEMPRE hubo ETAPAS.

ACERCA DEL FRENTEPOPULISMO Si Trotsky y sus escasos seguidores, se oponían a la unión con el campesinado, ¿imaginan cuál era la reacción de estos señores respecto a la estructuración de Frentes Populares antifascistas, en plena expansión nazi, que incluían a obreros, campesinos y a la pequeña burguesía antifascista?

En oposición a los planteos de la III Internacional, Trotsky dijo, en pleno año de 1938; "La primera condición necesaria para la lucha revolucionaria contra el fascismo es el desenmascaramiento de la teoría y práctica del Frente Popular". "Los frentes populares por una parte y el fascismo por otra, son los últimos recursos políticos del imperialismo en la lucha contra la revolución proletaria".

De nuevo la historia demostró que los Frentes Populares, lanzados por la KOMINTERN LENINISTA, sirvieron eficazmente para luchar contra el fascismo. Así se probó en España, China, Vietnam, Europa Oriental. Estos Frentes no sólo eran antagónicos con el fascismo, también eran antagónicos, una vez más, a los postulados suicidas de Trotsky. Y para muestra un botón:

Nos situamos en plena Guerra Civil española (1936), en una República burguesa y progresista amenazada militarmente por el fascismo. Fijémonos en los que decían los leninistas (comunistas), lo que decían los trotskistas y lo que decían los fascistas;

-Leninistas; El PCE opta por el Frente Popular y la unión inquebrantable de todos los antifascistas para enfrentar la barbarie fascista. Lanza la consigna; “¡Contra el fascismo, defendamos la República!” CONSECUENCIA; El PCE multiplica su militancia, nutriéndose de numerosos cuadros pequeño burgueses que se ponen al servicio del Partido de la clase obrera, aumentando las posibilidades de hacer frente al fascismo..

-Trotskistas; El POUM (un Partido fantasmal con una militancia ridícula), sigue las premisas de su maestro Trotsky. Lanza la consigna; “¡Abajo la República burguesa”! CONSECUENCIA; El POUM queda completamente aislado, llegando a echarse en brazos de la inteligencia franquista.

-Fascistas; La gran burguesía y sus aparatos militares, con Franco a la cabeza, lanzan la consigna; “¡Abajo la república!” CONSECUENCIA; El objetivo FASCISTA que pretende derrocar militarmente a la República, es el mismo que grita el trotskismo.

La historia no dejará nunca de sorprendernos…

De la caída de la URSS El socialismo, y por tanto la URSS, inició su debacle interna con la celebración del XX Congreso del PCUS, en 1956. A partir de aquí, con Stalin muerto por cierto, la URSS degenera hasta desaparecer. Basta hacer una cronología histórica para percatarnos que jamás la URSS y el movimiento obrero y comunista internacional tuvieron mayor influencia que en el período 1917-1956;

-Primera revolución socialista de la historia (1917-1921)

-Inicio de la construcción socialista (1929-1936)

-Derrota del fascismo internacional (1936-1945)

-Aparición de multitud de Repúblicas socialistas y movimientos de liberación nacional (1945-1956)

-Poderoso crecimiento de los PC occidentales (1939-1956)

Esta es una verdad histórica, objetiva, basada en hechos contrastables.

Después de todo ello, sólo nos queda AFIRMAR con rotundidad que el trotskismo no sólo es ajeno al socialismo, al comunismo, al movimiento obrero y revolucionario… ¡sino que se opone a todos ellos!

El trotskismo es una “teoría” (jamás practicada en ningún país), que se opone frontalmente no sólo al leninismo, también al marxismo, y que por tanto es esencialmente ANTICOMUNISTA.

Importa poco que Trotsky y sus escasos seguidores sigan utilizando burdamente la figura de Stalin para negar al propio Lenin.

Cuando se contradice y niega en términos absolutos los fundamentos esenciales del marxismo-leninismo, como hemos visto, la vacuna del comunista ya está inoculada. Cuando el trotskismo se opone visceralmente a cualquier proceso revolucionario, repitiendo la misma propaganda anticomunista heredada de la burguesía (“burocracia”, “falta de bienestar material y desarrollo económico”, “totalitarismo”, “crímenes de cientos de millones”…), ya estamos vacunados.

Antileninistas en TODOS sus postulados programáticos, antimarxistas en todas sus acepciones, contrarrevolucionarios en todos los procesos revolucionarios que han existido y existen (desde la URSS a la RPDC, pasando por Cuba, Vietnam, China, Nicaragua…), sectarios y subjetivistas en sus planteos “táctico-estratégicos”.

Lenin dedicó 400 páginas a criticar a Trotsky (“Contra el trotskismo” -Lenin).

Importa poco, ellos insistirán en vapulear a Stalin como “enemigo de Lenin y Trotsky”, precisamente porque no pueden soportar que Stalin ¡fuera implacable en la defensa de los fundamentos del marxismo-leninismo!

"Trotsky representa únicamente sus vacilaciones personales, y nada más. En 1903 fue menchevique, abandonó el menchevismo en 1904, volvió al menchevismo en 1905, haciendo gala de una fraseología ultrarrevolucionaria; en 1906 se apartó de nuevo; a fines de 1906 defendió los acuerdos electorales con los Kadetes (es decir, de hecho estuvo de nuevo con los mencheviques). Y en la primavera de 1907, dijo en el Congreso de Londres que divergía de Rosa Luxemburgo más sobre ´matices individuales de las ideas que sobre tendencias políticas´. Trotsky plagia hoy los bagajes ideológicos de una fracción, mañana de otra y como consecuencia, se proclama ubicado por encima de ambas fracciones. En teoría Trotsky no está de acuerdo en ningún punto con los liquidadores y otzovistas, pero en la práctica está en un todo de acuerdo con ellos".

V.I.Ulianov, Lenin.

¿Podrá algún trotskista rebatir esto?

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